Detrás del Blackfishing
- Agustina la prende pueblo
- 13 abr 2020
- 7 Min. de lectura
Otra palabra más que se inventan los millenials -negros- para identificar y caracterizar cosas que aunque ya existían, tenían un significado abstracto. A la mayoría de la gente no le gusta nombrar la opresión, porque una tendencia dañina puede ser fácilmente descubierta, decodificada, puesta en jaque, discutida y quienes la llevan acabo, pueden verse afectados. No se ustedes pero esto es bastante conveniente. Agradezco a la mujer negra que parió este término, porque el problema va mas allá de la apropiación cultural, es un problema de sexismo anti-negras, de misogynoir.
El blackfishing no es algo que las personas blancas hacen en entornos negros, y no necesariamente porque vaya a resultar en un debate problemático. En donde crecí, Buenaventura, una ciudad mayoritariamente negra, las mujeres blancas no están interesadas en parecer negras o en adoptar actitudes estereotípicas o en apropiarse de la resistencia estética/corporal, entre más su pelo liso se diferencie del resto de las trenzas que se ven en la calle, mejor, por obvias razones (nisiquiera cuando sus novios son negros). El problema viene cuando cambian de contexto, cuando descubren que desde afuera, todos se sienten fascinados y curiosos acerca de la negritud, que pueden reducirla a la inofensiva categoría de folklor y despojarla de su naturaleza política, expropiarla, no solo para adornarse a sí mismas, también para beneficiarse de una plaza potencial en constante crecimiento que mercantiliza lo cultural.
Al principio creí que solo se trataba de ser la insta baddie, piel bronceada y curvas pronunciadas, ya que también existen vsco, e-girls y art hoes (este es un fenómeno reciente que explicaré después con detalle), pero yo sigo a muchas baddies en redes sociales y las blackfishers se caracterizan porque sus seguidores son negros, y ellos no saben que son blancas, en los comentarios les llaman "sistas", aparecen en post sobre melanina y lo saben, usan la omisión como mentira, saben que la gente las cree negras y saben que pueden salir inmunes siempre y cuando no lo afirmen textualmente ¿Es la imitación, la forma mas sincera de adulación? Nike y Adidas siguen existiendo a pesar del contrabando, al igual que Netflix y Hollywood con la piratería ¿Pero qué sucede cuando se adopta la interculturalidad si a la escena entramos en desigualdad, que para lo que ellos es festivo, para nosotros es autodesprecio, imposición y mutilación? Cualquiera pensaría que se trata de todo, menos de odio, porque si quieres ser un algo lo mas natural es que ames ese algo. Pero no, claramente no se trata de algún tipo de disforia, los apropiadores no quieren ser negros, porque saben lo que implica. Al menos fue eso lo que dijo Bhad Bhabie (una chica que debo admitir, me engañó, porque la seguía y la compartía) "¿Quien rayos quiere ser negro?"
No por nada el mal querer fue una bomba, femme fatale (agresiva pero femenina), pro-taurina. anti-migración y racista, es esa parte de España con sentimientos patriarcales de antiguas dictaduras aun vivos, quienes la endiosan, y eso ya es una bandera roja. Más allá de ser una trabajo artístico completo y sin desmérito que yo, personalmente admiro, más allá de vender discos y obtener reconocimiento, detrás existe un interés económico poco tradicional, tan obvio como el de estas imágenes:
¿No es muy extremista hablar de odio? Los mismos gitanos han expresado su preocupación, no tanto por la apropiación solapada que se hace de su mística y cosmovisión, si no porque no ven reflejada esa "admiración" que sienten por la cultura gitana, hacia los gitanos, en el espacio público, en el único espacio que importa; ellos siguen siendo discriminados, perseguidos, criminalizados y acribillados. A Rosalía no le interesa hablar de eso, o darles crédito, o regalías, corta de raíz la relación que hay entre el gitano y el gitanismo, porque sabe que terminará mordiendo la mano que le da de comer; la gente no la escucha porque amen a los gitanos, más allá del talento, el consumidor se para como figura dominante frente a un objeto de uso y abuso, y es eso lo que atrae al público.
Siempre me pregunté por qué no suelo ser amiga de mujeres blancas, por qué no me cala pertenecer a sus círculos, porque no puedo entenderme con ellas más allá de lo "inclusivo"; obviando que la mujereidad no es lo mismo para mi y para ellas, las mujeres blancas que hacen este tipo de cosas, terminan odiándome sin razón, incluso cuando aún no sabía sobre esto, y es que deben proteger su inversión de la amenazas, una razón más para ser reaccionarias. Hay una cosa en particular que hacen para controlar la forma en que tu entorno te ve y te percibe, tienen esta cosa de llorar y fragilizarse, y hacerte quedar como un ogro; lo pienso mil veces antes de tocarlas porque siento que se derretirán en mis manos y alguien me culpará. Al ver que empiezan a quedar como un zapato y a perder la simpatía o el control de la situación, te dicen "Oye, cálmate, no te alteres", "relájate", "estas muy agitada", "mira no hablaré contigo eres muy grosera"... Y siguen y siguen hasta que definitivamente quedás como la loca o la problemática, sientes que estas gritándole al vacío sola en un rincón de la habitación, y en algún punto, dejan de escuchar sin importar cuan relevante sea lo que estés diciendo, planteando o denunciando. Las discusiones con mujeres blancas sobre apropiación cultural siempre terminan en eso, "enojada", "amargada", "envidiosa"... con la feminidad y los mismos hombres negros de su lado, literalmente, babeando.
¿Por qué hablo de ellas y no de ellos? Porque los hombres blancos suelen ridiculizar (Blackface), en lugar de crearse valor agregado con elementos culturales que no les pertenecen, lo que dificulta que se identifique el problema como tal. Y esta distinción es importante para encontrar un punto de convergencia, porque los cuerpos y la producción de las mujeres negras siempre han sido, para ellas, un boleto de entrada al "empoderamiento", a la independencia financiera, no es la primera vez que lo hacen...
Cuando las feministas blancas hablan del papel de las mujeres blancas en la opresión de las mujeres negras durante la esclavitud, se les concibe como simples observadoras pasivas de la situación, cuando de la propiedad de esclavas dependía su propia libertad, una "cosecha de negritos" era la forma mas segura de divorciarse o huir ante un marido inservible y maltratador; noten como no es necesario borrar una opresión para visibilizar otra ¿Fácil no? Este mismo sentimiento de autosuficiencia las lleva a tomar aspectos de la corporalidad femenina negra, de sus rituales y espacios seguros, para revelarse; no hace falta ver como Miley Cyrus usó el cuerpo de las mujeres negras en incontables ocasiones, y con eso muchos elementos hip hop guetto para romper las reglas y crear polémica, para despedirse de Hannah Montana para siempre; tampoco hace falta señalar como Ariana Grande armó su crew en donde ella era la abeja reina, en donde las mujeres negras puestas en 7 Rings eran usadas para mostrar su lado salvaje y baddass, para despedirse de sus días en Nickelodeon.
¿Huelen eso? Apesta
Todas las mujeres que hacen Blackfishing tienen algo en común. Si, son blancas y son mujeres, pero hay algo más... Saben que existe el colorismo dentro de "lo negro" y que constituye un problema de género, saben que en términos de representatividad y estatus, todos prefieren a las chicas que se ven "multiculturales", mixtas, saben que muchas empresas de moda, salud y belleza que las promocionan, han adquirido empresas mas pequeñas de propietarias negras, que solo vendían productos para ese público, saben que somos consumidoras asérrimas, que sin importar si hay de comer, hipotecamos nuestras casas para comprar extensiones humanas de treinta centímetros con tal de no recibir burlas hacia nuestro cabello, saben que es rentable enriquecerse con nuestras inseguridades y reivindicaciones, con el #bodypositive y #blackisbeautiful, y que están sentadas sobre una mina de oro. Capitalizan eso para conseguir lucrativos acuerdos de patrocinio a los que las mujeres negras de otra forma, no tendrían acceso. Aga Brzostowska, influencer polaca, de 20 años, dijo en The Independent "No siento que deba dejar de hacer algo porque... ¿por qué dejaría de hacer algo que me beneficia o que disfruto hacer?" Como si de un eslogan pop sobre liberación femenina se tratase. Nada mas insororo que ir en contra de eso ¿No? Al menos nos dejan un mensaje claro cuando tratan de diluir el debate, nos están mintiendo en toda la cara cuando nos dicen que se trata de "apreciación".
Aprovechar esa sed de mujeres de aspecto "exótico", la melenas de rizos sueltos, de las curvas pronunciables pero con senos promedio, del cuerpo autorizado para tener estrías y celulitis, de lo mucho que el marketing las apetece para parecer inclusivo, de la piel "trirracial", cuanto más inusual es la mezcla, más interesante es la experiencia ¿Cuantos mundos invita a recorrer? Una versión "apetecible" de una mujer negra... que no solo crea canones estéticos para quienes las admiran y siguen, también arrancan y cosifican nuestra corporalidad, sin pagarnos.
Muchas blackfishers son de países nórdicos y de Europa occidental, crecieron con un gran capital cultural a su alrededor, castillos antiguos, lenguaje propio, gastronomía particular, rituales, vestimentas, panteones mitológicos completos y demás herencia de antepasados vikingos, celtas, griegos y germanos que personalmente amo estudiar, con la ventaja de no ser percibidos hoy, como ciudadanos de segunda. Se diría que quizá tienen una crisis de identidad -blanca- y tratan de buscarla en otros horizontes, pero claramente este no es el caso. Supongo que solo queda esperar a que pasemos de moda, para verlas quitarse el disfraz de negras y migrar la maquinaria extractivista a su siguiente identidad; aunque algo me dice que esto, no será pronto.
Soy justa, a veces demasiado flexible para mi gusto, al menos en este contexto y tiempo; estas son solo las consecuencias de un problema estructural, solo nacieron para satisfacer una demanda, que ya estaba ahí, que fluctúa de acuerdo a las grietas que encuentre para penetrar, nuestro servilismo racial producto de la alienación colonial, por ejemplo, una lección que nisiquiera con creces, parecemos aprender. Es la única tarea que puedo invitarles a realizar para combatir el problema, etnoeducación para los negros y espacios cerrados, porque cuando la gente blanca habla de antirracismo y solidaridad, cuando la gente blanca parece anti-apartheid, no se refieren a extinguir actitudes de mierda, empiezan es a hacer este tipo de cosas, re creepy.
Nunca le pediría a una persona con privilegios que me de lo que ya es mio, porque sé que no lo va a hacer, así no funciona el mundo, la gente no va a hacer lo correcto solo porque se lo recuerdes, no van a parar de hacer daño aunque les digas que te duele; es como decirle al ladrón que no te robe y confiar en que no va a pasar. Es bastante crédulo esperar este tipo de conclusiones de la gente blanca, de hecho es peor esperar que las mujeres blancas nos rescaten, como si no tuviéramos voz propia -y ellas sus propios problemas-; sé que cuando tratan de hacerlo yo no voy a salir entera, y no tengo tiempo para explicarles más de lo que trato de explicarme a mi misma todos los días, ellas tienen los recursos que tomaron de nuestras ancestras, y yo tengo que pagar la renta.
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